Noticias: destrucción, vandalismo y abandono de esculturas y monumentos porteños.

Es una triste realidad la que nos encuentra día a día cuando vemos la indiferencia, egoísmo y estupidéz humana (pido perdón si no es políticamente correcto pero ya se llega a un punto de hartazgo importante). Como ya comentamos en otros posts, tenemos la increíble suerte de vivir en una ciudad que es prácticamente un museo al aire libre. La cantidad de arte en las plazas, los monumentos, edificios (que cada vez quedan menos por el canibalismo inmobiliario) es impresionante. Es una pena que jóvenes y adultos no se den cuenta del tesoro que poseen; no les interesa.
Ni siquiera les frena la realidad (es decir si no lo hacen por amor al arte que lo hagan por lo económico) de que no es el gobierno quien paga la restauración (cada vez más difícil en muchos casos) sino que el dinero sale de sus propios bolsillos (o de sus papis en caso de los jovencitos).


Viernes 17 de agosto de 2012 

 Ataques reiterados

Crean un ranking de vandalismo contra estatuas y monumentos

Lo encabeza el conjunto escultórico a los Dos Congresos; El Pensador está en segundo lugar

Por Julieta Paci | LA NACION



La tradicional escultura El Pensador, frente al Congreso Nacional, desdibujada por los grafitis. 
Foto: Emiliano Lasalvia 

Allí está, desnudo y meditando en la plaza Lorea, a metros del Congreso, pero se advierte lejos de ser aquel con el que alguna vez soñó Auguste Rodin. El Pensador , obra de 1906 y una de las dos réplicas fundidas del mismo molde original que hay en el mundo, está cubierto de grafitis de colores. Arruinado, casi.

Una vez más, el descuido sobre los bienes públicos es noticia. El vandalismo se apoderó de los monumentos y las estatuas de la ciudad, víctimas del desapego de algunos. Ni las rejas ni los guardias de seguridad ni los innumerables arreglos son suficientes para terminar con estos hechos que ya son una triste fotografía cotidiana.

Hasta fines de julio, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público debió intervenir 37 monumentos, retoques que demandan el desembolso de un millón de pesos mensuales.

"De nada sirve que las estatuas sean arregladas una y otra vez si nunca hay una solución definitiva", sostuvo la arquitecta y paisajista Sonia Berjman, también presidenta de la ONG Salvemos las Estatuas, quien asegura que lo que hace falta es una dirección de arte público con un grupo de especialistas dedicados al cuidado de ellas.

Según la información oficial, El Pensador se encuentra segundo en el ranking de las obras más perjudicadas, que se limpian mediante una hidrolavadora con agua a presión y detergente no corrosivo. La primera es el Monumento a los Dos Congresos , en Av. Entre Ríos e Hipólito Yrigoyen.

Desde el ministerio también destacaron que los que se encuentran en el microcentro sufren pintadas y pegatinas muy seguido. "Un caso particular es el monumento de Olmedo y Portales, en Corrientes y Uruguay. Todavía no hace un año de su emplazamiento y ya fue vandalizado cinco veces", detallaron.

Otro que sufrió el vandalismo fue el monumento a las víctimas de la epidemia de fiebre amarilla de 1871, ubicado en el centro del parque Ameghino. A pesar de las rejas, su figura central cuenta con una rotura de nariz y en el pómulo, al igual que la mano izquierda, y la placa fue robada.

También fue víctima de la violencia la escultura Izando la Bandera , de Julio César Vergottini, de la que lo único que queda en el basamento donde estuvo emplazada es una placa, regalo oficial de la república de Colombia. Tiradas en el suelo están las cinco enormes figuras en la plaza Colombia.

No mejor suerte corren aquellos que se destruyen y deterioran, día a día, convirtiéndose en tendedero de ropa, dormitorio y cocina de varias familias sin techo. Una muestra de ello es la estatua de la Diana Fugitiva o Siringa, en el parque Lezama; El monumento Canto al Trabajo , obra del escultor argentino Roberto Yrurtia, ubicado en Independencia y avenida Paseo Colón, y el que se alza en honor a Mariano Moreno en la plaza Congreso.

Para Graciela Fernández, miembro de la Asociación Civil Mirador del Lezama, el vandalismo ocurre por tres factores: despreocupación, salvajismo inédito y gran indiferencia.

"Nadie ama lo que no conoce", remata.


LAS ESTATUAS, EN PELIGRO

Ante los innumerables hechos vandálicos cada vez más habituales en la ciudad, un grupo de vecinos, indignados por estos hechos, conformó un espacio virtual: www.salvemoslasestatuas.blogspot.com.ar . "No hay una política pública de conservación y restauración del patrimonio escultórico. Y, además, las obras se mueven de un espacio a otro de manera inconsulta y sin tener en cuenta que ya se conformó una red de relaciones con el entorno y con el espectador, que constituye un valioso recuerdo que se destruye y pierde sin razón", indican en el sitio web.

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